La seguridad electrónica es el conjunto de medidas y dispositivos que protegen la información y los sistemas informáticos de amenazas externas o internas. La seguridad electrónica abarca aspectos como la prevención, la detección, la respuesta y la recuperación ante incidentes de seguridad. Algunos ejemplos de dispositivos de seguridad electrónica son los antivirus, que detectan y eliminan virus informáticos; los cortafuegos, que filtran el tráfico de red y bloquean accesos no autorizados; los sistemas de autenticación, que verifican la identidad de los usuarios y los sistemas; y los sistemas de cifrado, que codifican la información para evitar su lectura por terceros.
La seguridad electrónica es importante para garantizar la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de la información y los servicios que ofrecen las organizaciones y las personas. La seguridad electrónica también contribuye a preservar la reputación, la confianza y el cumplimiento legal de las entidades involucradas. La seguridad electrónica requiere de una gestión adecuada de los riesgos, las políticas, los procedimientos y las buenas prácticas que involucran a todos los actores del sistema. Por ejemplo, una empresa debe realizar auditorías periódicas de su sistema informático, capacitar a sus empleados en materia de seguridad, establecer protocolos de actuación ante incidentes y contar con planes de contingencia y recuperación.
La seguridad electrónica es un campo en constante evolución que se adapta a las nuevas tecnologías, las nuevas amenazas y las nuevas necesidades de los usuarios. La seguridad electrónica implica un equilibrio entre la protección y el rendimiento, entre la seguridad y la usabilidad, entre la privacidad y la transparencia. La seguridad electrónica es un desafío y una oportunidad para el desarrollo de una sociedad digital más segura, más eficiente y más inclusiva. Por ejemplo, el uso de la inteligencia artificial puede mejorar la detección y prevención de ataques cibernéticos, pero también puede generar nuevos riesgos éticos y legales. La seguridad electrónica debe ser una prioridad para todos los que participan en el ámbito digital.